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- Enza García Arreaza
- Qué raro que no han venido a buscarme.
- Estoy segura de que hay puertas si extiendo la mano.Mi vecina vive intrigada.
- Estoy esperando que el horno me eche una vaina.
- Las mujeres anhelan cosas extrañas de Christopher Nolan. Que piense mejor en ellas, por ejemplo.
- Todavía oigo el despegue cansado de aquel ventilador que me hizo compañía en 2008, cuando alquilaba un cuarto en la ciudad más feliz del mundo.
- El presidente de Colombia sabe cosas y no quiere decir.
- A papá lo abandonaron.
- Qué pena que ese cuaderno se negó a sacarnos de un laberinto.
- Hay un arcoíris en alguna parte del mundo.
- Pero a ti te preocupan más los espías.
- Cuando mamá pasaba a mi lado y yo tenía ocho años, juraba que el hombre polilla me iba a sacar la lengua.
- Fui bendecida con ruido infinito.
- Si me disparas, voy a dejar salir puras guacharacas, y lo más seguro es que regrese en forma de grillo.
- La esposa de Nicholas Britell se fortalece con mi envidia.
- Mi cuñada, en cambio, no duerme por las noches.
- Tengo que bajar al sótano para corroborar los cimientos.
- ¿Saben ustedes cuál es mi peluche especial?
- Había un programa de televisión llamado Alerta que me daba magia-susto.
- Leonardo tiene la necesidad de recordarme que los dedos del príncipe Carlos parecen salchichas.
- Cuando se iba la luz, yo después llamaba por teléfono para que me dijeran la hora y acomodar el reloj despertador.
- En el funeral del futuro, si uno presta atención, aparece un ángel que te saca los ojos hasta que vuelves a soñarlo todo desde el principio: estoy en ese mapa y tengo once años. Mi cerebro se derrite porque pienso más rápido que los cuatro jinetes.
- Le debes mucho a esas muchachas que hacen ASMR.
- Le debes mucho a que mamá siempre se atragantaba, pero nunca se moría.
- En La Parabólica de Sábado Mundial estaba todo lo que hacía falta saber. Convencerte de que ibas a existir solo se demoraba unos comerciales chillones y nefastos.
- Ustedes quieren que uno pida perdón por lanzarse al mar y no morirse a la primera. Qué falta de consideración —reclaman— no desvanecernos, ocupar espacio, dejarnos ver, mientras mi suegro sigue a salvo y pagando las cuotas de su Audi.
- Los perros ya no te huelen llegar.
- Los perros de mis vecinos comen mejor que países enteros.
- Es que no hay moraleja.
- Una vez el doctor no llegó a consulta porque le robaron la batería del carro.
- Una vez mi suegra dijo que la guayaba que metí al refrigerador olía a pipí de gato.
- A una de nosotras la asesinaron en Chile. Yaidy Garnica recibió golpes y un tiro de escopeta. Una menos, dicen ellos, y aplauden. En Chile piden silencio, piden que nos aprendamos a comportar. Mientras tanto, un catire siniestro se hace la paja política con nuestro gentilicio. Son tiempos duros, me informan. Ah, bueno.
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