1984
Mi vida es, para definirla con una sola palabra, ordinaria. No en el sentido peyorativo que se le acostumbra a dar en estas latitudes, sino más bien a la usanza anglosajona. Común y corriente. Si estuviera en una escala cromática, se movería en la gama de los grises. Transcurre más o menos igual, siempre. La […]