¡PERO QUÉ CALOR!
Estas palabras nos han sacado de muchos apuros en aquellos momentos en que la continencia verbal se apodera de nosotros y estamos en trance de visitas. Cuando se está de visita, en la ríspida compañía de personas aburridas, esta frase —¡pero qué calor!— viene a romper el silencio cuajado que se suscita en […]