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- Elvia Alejaldre
Claro de luna indica que es hora de levantarse. Sin embargo, en su mente repite una oración conocida: “¡Unos minutos más!”. La jornada laboral nocturna le cobra factura al cuerpo de Caroline. Pasan horas antes de que despierte. Consulta la hora en el celular: 5:55 de la tarde. Quiere saltar de la cama, pero los años le han restado agilidad.
Como de costumbre, inicia el día con un bretzel y un café al estilo alemán, de esos que despiertan hasta a un oso en invierno. Después de un baño rápido, sale rumbo a Berlinerplatz. Llegar puntual es una de sus manías.
Una de las ventajas de vivir en Killesberg es la cercanía con Liederhalle. Esta noche, Caroline asistirá al concierto de Ennio Morricone. Tal vez conozca a alguien. Quiere deshacerse, al fin, de esa sensación de extranjería en su país natal, y de la soledad que hasta ahora ha sido su única compañera.
Se distrae con esos pensamientos. Al cerrar la puerta, se da cuenta de que olvidó el boleto. Vuelve a entrar. Por fortuna, lo había dejado en la mesa de entrada. Unos minutos después, llega a la parada del autobús justo a tiempo para abordar la ruta 43 que la llevará a su destino.
Hoy, en la Sala Beethoven, los integrantes del Ópera Festival de Milán interpretan las melodías de Ennio mientras se proyectan escenas de las películas que musicalizó. En el intermedio, Caroline decide tomar una copa de vino. Recorre toda la recepción en busca de algún rostro conocido, pero es en vano. Intenta escabullirse, pero no lo logra. Una mirada discreta, analítica, la sigue. Esa mirada percibe su intento de disimular la incomodidad, el sentirse ajena. Caroline se había prometido disfrutar del concierto sin más, pero la compulsión de ayudarla es más fuerte que los pasos que los separan.
—Guten Abend, soy Hugo Schmale, doctor en psicología, filósofo y empresario. Yo también vine solo.
—Guten Abend, Herr Schmale. Soy Caroline Herschel, matemática y astrónoma.
—Claro, con razón me resultaba familiar. Vi en el periódico una reseña sobre su obra. Enhorabuena por su labor de catalogar cuerpos celestes. ¿Vive en Inglaterra, no es así?
—Viví con mi hermano William en Londres. Después de su muerte decidí regresar a Alemania. Sin embargo, no ha sido sencillo. Aunque crecí en Hannover, aquí no conozco a nadie.
—Lamento su pérdida. Disculpe la franqueza, ¿pero ha intentado conocer personas mediante alguna plataforma digital? Soy el creador de Parship. Mi experiencia clínica sobre las relaciones me permitió diseñar un algoritmo que acerca a personas afines.
Al principio, Caroline se sorprende por la propuesta. Pero al escuchar la palabra “algoritmo”, todo cambia. Escucha con atención el proceso de desarrollo de la empresa más exitosa en Alemania, Inglaterra, Francia y casi toda Europa para encontrar amigos y pareja.
Ante el anuncio del reinicio del concierto, acuerdan cenar al término del evento.
Caroline disfruta la interpretación de “El hombre con la armónica” y del coro que cierra el programa. Esta noche es distinta: por primera vez en siete meses, cenará acompañada.
En el restaurante, Herr Schmale le explica con detalle el funcionamiento de su programa. Le tomó años desarrollarlo para asegurar su eficacia. El mundo perfecto de las matemáticas, aunque racional, puede —dice— unir a las personas.
Caroline, al llegar a casa, enciende su computadora. Esta noche descansarán su telescopio y su cuaderno de anotaciones. Ingresa con entusiasmo a la página para registrarse. Las ochenta preguntas que debe responder no le generan impaciencia: le dan esperanza.
Al terminar el cuestionario, llega el verdadero reto: describirse a sí misma y especificar qué busca. Para ella, es más fácil descubrir un cometa que presentarse en línea. Le toma más minutos que un ocaso. Finalmente, teclea:
“Soy Caroline Herschel, alemana, astrónoma. Hago telescopios. He descubierto ocho cometas. El manto estelar es mi vida entera. Quiero compartir cada descubrimiento. Escucho a Mozart mientras observo el campo sideral. Mi obra favorita: Adagio K.622.”
En el silencio de la noche, se escucha: click. Caroline presiona enter, sin saber que ese gesto detonará un giro de 360 grados en su vida.
Falta poco para el amanecer. Se dispone a contemplarlo desde su gran ventanal. Otra ventaja de vivir en una colina.
De pronto, un sonido emana de la computadora. Ha recibido un mensaje en su perfil. Atónita, observa la pantalla. Su mente ágil repasa las probabilidades algorítmicas de encontrar un ser afín. No cree en el destino, pero sí en los números.
Abre el mensaje. Lee en voz alta:
“Soy Charles Messier, astrónomo francés. Requiero de una compañera para continuar estudiando el universo. Teléfono de contacto: +49 176 5951 8040 (por las tardes).”
¿Existe la sincronización? ¿Las almas gemelas?
Caroline no supo responder. Lo que sí hizo fue llamar a Charles. Esa misma noche cenarían en Cube, uno de los restaurantes más elegantes de Stuttgart.
Llegaron puntuales. Sonrieron al ver que ambos llevaban sus cuadernos de anotaciones. La conversación fluyó entre catálogos astronómicos y la sed por ampliar el conocimiento del orbe. La noche se hizo día. Caroline sugirió continuar la charla en su departamento. La atracción que sintieron fue tan fuerte como la gravedad. Separarse ya no era una opción.
El algoritmo de Schmale funcionó a la perfección: unió a dos estrellas fugaces del amor.
Pocos días después, Charles se mudó con ella. Organizaron su vida con rapidez. Entre música, esquemas, trabajo acumulado y lenguaje de programación, nació Cosmos: una aplicación gratuita y práctica para que cualquiera pudiera disfrutar del cielo desde un celular sencillo.
En la Torre Einstein presentaron la aplicación y los catálogos de Messier y Herschel. Toda la comunidad astronómica mundial asistió al magno evento.
Caroline y Charles lucían radiantes. La divulgación científica los une cada día. Para ellos no importaba que Charles fuera algunos años menor ni que Caroline fuera tan pequeña —consecuencia del tifus en su infancia.
Su trabajo fue recibido con entusiasmo. La NASA los invitó a presentar su labor en Estados Unidos. Comenzaron una gira mundial. Miles de likes se registraban en su página de Facebook e Instagram.
A través de CNN anunciaron el próximo Maratón Messier en Arizona, el 24 de marzo de 2020. En el estudio, concedieron una entrevista a Carmen Aristegui:
—Bienvenidos a una emisión más de CNN Ciencia. Nos acompañan la astrónoma Caroline Herschel y Charles Messier. Tengo entendido que ambos llevaban años de trabajo, pero se conocieron hace poco… Charles, ¿cuál ha sido el mayor cambio desde que están juntos?
—Solo la compañía de otros hace soportable el vacío.
—Caroline, encontrar pareja a través de plataformas digitales aún es un tabú. Sin embargo, a ustedes les funcionó. ¿Cuál es el ingrediente principal en su relación?
—La comprensión es una forma de éxtasis.
—Gracias a ambos por su tiempo. ¿Podrían despedir este programa con unas palabras?
Caroline y Charles, al unísono, citaron a Carl Sagan:
“Recuerden que estamos hechos del material de las estrellas.”
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